Nos fuimos...
¿Qué es una interfaz de audio? y ¿por qué es importante?
La mayoría de los computadores, si es que no todos, tienen una interfaz de audio incorporada. Generalmente es muy simple y cumple con las necesidades básicas para el usuario convencional. Si ponemos como ejemplo un notebook, principalmente nos vamos a encontrar con una salida de audífonos, parlantes incorporados, micrófono incorporado y ya.
En el mundo de la producción musical, cuando hablamos de una interfaz de audio, nos referimos a un aparato externo al computador, que va a cumplir la misma función de la interfaz incorporada, pero añadiendo ciertas características y funciones propias del oficio. Nos vamos a encontrar con entradas/preamplificadores para micrófonos de todo tipo, entradas de plug para poder recibir señal de línea o señal de instrumento, salidas de línea para alimentar nuestros eventuales monitores, salidas de audífonos de tamaño 1/4, etc. Elementos que me imagino, se está bien familiarizado.
Cuando llega la necesidad de adquirir una interfaz de audio profesional, generalmente nos encontramos con una oferta de opciones que muchas veces puede ser agobiante. Interfaces con muchos canales de entrada, con pocos canales de entrada, muchos de salida, pocos de salida, una salida de audífono o dos salidas de audífonos etc. Opciones hay muchas y precios también hay muchos.
La correcta elección de una interfaz de audio estará directamente relacionada con lo que se pretende hacer con ella. Si necesitamos una interfaz para correr secuencias en un show en vivo, por ejemplo, necesitamos una que tenga muchas salidas que puedan ser ruteadas de manera independiente y probablemente no necesitaremos que tenga entradas de micrófono o de línea. En cambio, si estamos pensando registrar una banda completa con un input de 16 canales, entonces necesitamos una interfaz que tenga la posibilidad de recibir 16 señales simultáneamente, por lo que probablemente la cantidad de salidas no sea tan relevante.
Hoy en día, para producción musical, se están utilizando interfaces mas bien pequeñas y portables que disponen de lo justo y preciso para poder capturar una voz, un instrumento, y lo suficiente para poder monitorear de manera efectiva. Una UAD Apollo Twin cumple perfectamente estos requisitos, una Presonus Audiobox USB96 también. Al mismo tiempo, una Neumann MT48 nos entrega los mismos requisitos de entradas y salidas. Pero, entonces, ¿por qué hay tanta diferencia de precio entre ellas?
Bueno, aquí vamos.
Aquí entran en juego otros elementos que van a tener mucha relevancia dependiendo (otra vez) de la tarea que pretendemos hacer con la interfaz. Para mi son 3 piezas clave las que marcan la diferencia real entre interfaces:
Más de alguna vez hemos escuchado estos conceptos, pero pocas veces se tiene claridad sobre ellos.
Preamplificadores
El preamplificador será quien amplifique la señal de micrófono llevándola a señal de línea para ser capturada y procesada de manera correcta. Hablamos de amplificar una señal de aproximadamente 0.001 - 0.01 volts, y llevarla alrededor de 1volt. Si bien son voltajes muy muy pequeños, de igual manera estamos amplificando al menos 1000 veces la señal. Lo que no deja de ser algo significativo.
Al ser señales tan pequeñas, se hace muy delicado e importante el manejo del ruido del circuito del preamplificador, el rango dinámico, el tono, la calidez y muchas otras cosas.
Conversores AD/DA
Esto es clave. Muy clave.
Los conversores serán los encargados de recibir la señal de linea que entrega el preamplificador, y convertirla en datos digitales. Unos y ceros (0011010100010100101).
¿Cómo lo hacen? Sacan fotos y posicionan digitalmente la información para entregarnos la representación de la realidad (un micrófono análogo) en lenguaje binario-computacional. Sacan 44100 fotos por segundo ó 48000 ó 88200 ó 96000 ó 192000 fotos por segundo etc. Esto va a depender de justamente la capacidad de los conversores de tu interfaz y de cómo configures tu DAW. Te suenan estos valores de Sample Rate?
Esto funciona muy parecido a una cámara de fotos digital: más mega pixeles o menos megapixeles. Más calidad o menos calidad.
Al mismo tiempo que el conversor está sacando fotos para capturar una señal en un DAW, está interpretando señal digital y convirtiéndola en señal análoga. Para que nosotros podamos escuchar lo que está reproduciendo nuestro DAW en nuestros audífonos o monitores.
Con esto, nos damos cuenta de que es un elemento que está traduciendo lenguajes de manera bidireccional y simultánea entre nuestra realidad y nuestro computador. Lo que no deja de ser.
Quiero mencionar que el bit depth también tiene que ver con los conversores. La mayoría de las interfaces trabajan en 24bits. Neumann MT48 por ejemplo, trabaja en 32bits.
La efectividad de esta conversión será la calidad de nuestro conversor, es decir, qué tan bien haga esta conversión determina que tan bueno es nuestro conversor Análogo Digital.
Con la experiencia y el entrenamiento auditivo, notar la diferencia entre conversores e interfaces de audio se vuelve evidente y cada vez es de manera mas rápida y efectiva.
WordClock
El esoterismo en su máxima expresión.
El wordclock va a ser un circuito independiente de los conversores y preamplificadores, que su tarea va a ser llevar la batuta de nuestro sistema. Es el wordclock quien ordena al conversor que saque efectivamente 48000 fotos por segundo, o 192000 por segundo. Es de quien dependen los demás elementos para poder funcionar de manera correcta y, lo más importante, de manera estable.
La calidad del wordclock se va a distinguir en qué tan exacto es en su tarea, esto es, que efectivamente se cumplan las 48000 fotos por segundo (tener en cuenta extensas jornadas de trabajo), que no sean en un segundo 48001 fotos, y el siguiente segundo 47999 fotos y el que sigue 48000.05 etc. También tiene que ver con la separación entre las fotos que tomen nuestros conversores, fíjense que estamos hablando de valores realmente pequeños y más que milimétricos.
La calidad del wordclock va a ser que tan exacto es, y qué tan bien se puede desempeñar en largas jornadas de trabajo. Si el wordclock no es estable y de buena calidad, entonces nos exponemos a que la captura y la reproducción se deformen, y no haya una interpretación de la realidad y del mundo digital como debería ser.
Resumiendo.
Si pensamos por qué es tanta la diferencia de precios entre interfaces que externamente nos entregan las mismas prestaciones, es por la calidad de sus componentes internos. No es solo la marca.
Cada marca e interfaz tiene, al mismo tiempo, distintas banderas de lucha. UAD nos entrega la posibilidad de usar una excelente librería de plugins, además con la opción de utilizarlos a tiempo real en nuestras capturas a través del console, entre muchas otras prestaciones.
Presonus nos propone una interfaz fácil de usar, muy simple, plug and play, y que probablemente nos saque de apuro de muchas formas. Al mismo tiempo Neumann nos propone una interfaz con preamplificadores, conversores y wordclock de altísimo nivel, muy superiores a las antes mencionadas, perfecto para capturar en un estudio instrumentos y micrófonos de manera prístina y al mismo tiempo reproducir nuestro DAW en una calidad intachable.
Hoy en día uso Neumann MT48 en mis mezclas y les puedo decir que es realmente otra cosa.
Reseña de Autor:

Ingeniero en Sonido que ha mezclado en vivo para artistas como Alex Anwandter, Javiera Mena, Paloma Mami, Princesa Alba, Francisco Victoria, Soulfia, Gepe, Manuel Garcia, Luis Jara, Denise Rosenthal, entre otros/as.
Perfeccionado últimamente en la mezcla discográfica, ha tenido la oportunidad de participar en producciones musicales con artistas tales como Francisco Victoria, Francisca Valenzuela, Cristobal Briceño, Soulfia, Paco Miranda, entre otros/as.
Proyectos que ha desarrollado en su estudio en conjunto con Benjamidi, insertado actualmente en el colectivo CHT Estudios.
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